No sabe el tirano

No sabe el tirano que a mi no me importa,
No sabe que su opiniόn es para mi tonta,
Inútil, vana, insustancial, injusta,
que sόlo puede perderse en el aire sola.

No sabe el tirano que he crecido con la fuerza,
que me levanté entre la imposiciόn,
entre la soberbia, entre la humillaciόn
y que aun así ante todo tengo esperanza.

No sabe el tirano que herirme no puede.
Que sus palabras me saben a agua,
que no tiene color, ni sabor y sόlo se traga.
Que sepa el tirano que su grito en mí muere.

Que aun con armas, balas, y cañones
mi verso se levanta inmortal,
eterno, intocable, esencial
y vencerá entre los rencores.

Que sepa el tirano que no me toca,
no me mueve, no me inquieta
porque mi palabra está despierta
y por encima de todo se enfoca
en su poder que es la libertad.

¡Tirano tu lo sabes, perdiste!